¿Por qué y cuándo utilizar crioterapia?
La crioterapia se utiliza como parte del tratamiento de lesiones y la recuperación postejercicio. Tradicionalmente, el hielo se usa en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, mientras que la inmersión en agua fría o la crioterapia de cuerpo entero se usa para recuperarse del ejercicio.
Dentro de los beneficios principales de la crioterapia tradicional es la reducción del dolor después de una lesión o disminuir el famoso DOMS (dolor muscular de origen tardío) que se da después de realizar un ejercicio intenso.
Se ha demostrado que la crioterapia provoca la reducción del metabolismo, inflamación y daño tisular. Para evitar la proliferación de daño tisular secundario que ocurre en las horas posteriores a una lesión o una sesión de ejercicio extenuante, es es importante que la aplicación de crioterapia (agua con hielos, compresas frías, inmersiones, bolsa de hielo) se aplique en abundancia dentro de las primeras horas del daño estructural, de 10 a 15 min cada dos horas, las primeras 48 horas.