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¿Cómo el ejercicio ayuda a mejorar y fortalecer el sistema inmunológico?

¿Cuál es la función principal del sistema inmune?

En términos generales la inmunidad es el mecanismo de defensa de nuestro organismo para mantener un equilibrio al que le llamamos homeostasis.

Cuando este mecanismo se altera, se incrementa la probabilidad de padecer infecciones, enfermedades autoinmunes y hay mayor propensión a desarrollar tumores malignos.

Está comprobado a lo largo de los años que la actividad física regular y adecuada beneficia la salud humana ya que favorece el control del peso, la masa muscular, la función cardiorespiratoria, mejora el rendimiento del control motor etc. Además de que tiene un efecto de prevención para reducir el riesgo de contraer osteoporosis, diabetes, enfermedades cardiovasculares, depresión, ansiedad, deterioro cognitivo y algunos tipos de cánceres. En pocas palabras beneficia la calidad de vida, siempre y cuando sea utilizado de la manera correcta y específica para cada paciente.

¿Qué es la actividad física?

La OMS define a la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Que incluye las actividades realizadas al trabajar, jugar y viajar, las tareas domésticas y las actividades recreativas. (1)

El ejercicio es el subconjunto de la actividad física planificada, estructurada, repetitiva y dirigida para mejorar o en todo caso mantener la capacidad corporal. Se distingue entre agudo y crónico. El ejercicio agudo es el que da la respuesta fisiológica asociada con los efectos inmediatos de una sola sesión de ejercicio; y el crónico se refiere a sesiones repetidas de ejercicio agudo y se denomina entrenamiento. (1)

El entrenamiento constituye una condición fisiológica única que aumenta el gasto cardíaco y las fuerzas de cizallamiento vascular; mejora la circulación de los músculos en funcionamiento; cambia sustancialmente el pH y la temperatura, y modifica los factores que influyen en la función de los leucocitos. (1)

La OMS y el Colegio Americano de Medicina del Deporte recomiendan para la salud un mínimo de 150 min de actividad física por semana. El ejercicio cuando es moderado beneficia la salud humana reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular o cáncer, tiene efecto antioxidante y una influencia positiva sobre el sistema inmune. (1)

Principales causas por las que se debilita el sistema inmunológico

  1. Alimentación inadecuada. El déficit de proteínas, vitaminas o minerales, así como el exceso de carbohidratos afectan directamente al funcionamiento del sistema inmune.
  2. Poca actividad física: La falta de movimiento o la nula realización de actividades físicas moderadas, por lo menos 3 veces por semana, es una forma rápida de debilitar las defensas.
  3. Un descanso inadecuado: No dormir las horas recomendadas entre (7 y 8) produce que las defensas del sistema inmunológico bajen la guardia y no sean tan efectivas frente a la respuesta de enfermedades.
  4. El estrés: Mantener las situaciones de estrés en tiempo prolongado puede incidir en la depresión del sistema inmunológico y su debilitamiento.

¿Qué se ha demostrado con respecto a la relación de la actividad física con el sistema inmunológico?

Desde 2010, en el campo de la inmunología, se ha demostrado que las implicaciones de la actividad física sobre el sistema inmune gracias al avance de la espectrometría de masas (técnica que nos permite determinar la distribución de las moléculas de una sustancia en función de su masa) y la tecnología de pruebas genéticas. Actualmente se presta mayor atención a la metabolómica, la proteómica, la lipidómica, la caracterización del microbioma intestinal y los enfoques genómicos de la inmunología del ejercicio. (1)

Los cambios inmunitarios, agudos y crónicos, inducidos por cualquier tipo de entrenamiento resultan vías mecánicas importantes para dilucidar la inmunorregulación. (1)

La evidencia científica indica que la activación de los leucocitos resulta más sutil en la actividad física que en el trauma o la sepsis. Hay similitudes entre el ejercicio y otras formas de estrés, principalmente a través de la liberación de catecolaminas en la circulación. (1)

Los efectos agudos del ejercicio físico benefician la respuesta del sistema  inmune, y dependen de la intensidad y la duración del esfuerzo.

Una serie aguda de entrenamiento induce a las catecolaminas, demás de las moléculas miocinas, derivadas de fibras musculares y liberadas a la circulación durante el ejercicio. Varia cantidad de estas miocinas son citocinas que dirigen los flujos de sustrato de energía y coordinan la respuesta metabólica adaptativa en el músculo. (1)

Varias de las miocinas inducidas por el ejercicio se reconocen por controlar las células inmunitarias, incluidas IL-15, IL-7 e IL-6. Estas miocinas (citocinas) se comunican con las células inmunitarias circulantes, y establecen un eje de diafonía entre el músculo y las células que vinculan la actividad física con la regulación inmune. (1)

El ejercicio aeróbico de intesidad moderada y vigorosa menos a 60 min mejoran la actividad antimicrobicida de los macrófagos; garantizan una adecuada vía de neutrófilos, células NK, linfocitos T citotóxicos, linfocitos B inmaduros e inmunoglobulinas, y estimulan la secreción de citocinas antinflamatorias. (1)

Se ha demostrado que la actividad física regula la inflamación crónica y sus patologías asociadas, al controlar la producción de citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias. El recuento de neutrófilos en sangre disminuye después de un ejercicio moderado y favorece los efectos antinflamatorios. (1)

Se han realizado más estudios sobre efectos de la actividad física sobre el sistema inmune pero son tan recientes que aún hace falta corroborarlos con más investigación.

Es muy importante aclarar que el ejercicio de alta intensidad no mejora el sistema inmune al contrario lo descompensa por eso en este apartado del blog damos hincapié al entrenamiento moderado.

Existe evidencia sustancial que apoya la idea de que el ejercicio de alta intesidad prolongado está asociado con una supresión transitoria de las funciones inmunes que usualmente se recuperan durante las primeras 24 horas. Sin embargo, en situaciones de entrenamiento intenso la falta de recuperación suficiente entre las sesiones de ejercicio pueden llevar a una depresión crónica de respuestas inmunes. (2)

Factores determinantes que los fisioterapeutas tomamos en cuenta en la prescripción de un ejercicio físico personalizado para la salud

  1. Intensidad: ritmo de ejecución, velocidad de desplazamiento, carga a vencer en Kg, recuperación (intervalos, pausas).
  2. Volumen: frecuencia de sesiones, duración de las mismas, repeticiones, series, número de ejercicios, distancias recorridas.
  3. Complejidad: actividad física programada en el que influyen tipo de ejercicio a realizar, terreno donde se practica, lugar, condiciones climatológicas, equipamiento, recursos.

Las adaptaciones agudas y a largo plazo de la inmunidad dependen del tipo o dosis de ejercicio, teniendo en cuenta parámetros como el volumen máximo de oxígeno (VO2máx) y los equivalentes metabólicos (METs) necesarios para la actividad física. (1)

*Baja intensidad (< 40 % VO2máx o menor 3 METs .

*Moderada (40-69 % VO2máx o de 3 a 5,9 METs).

*Vigorosa (70-90 % VO2máx o mayor 6 METs)

*Muy alta intensidad (> 90 % VO2máx o mayor 6 METs).

Para poder nosotros como fisioterapeutas dar un tratamiento ideal y específico, necesitamos datos de una buena historia clínica y una buena exploración física con pruebas dinámicas y estáticas, para así poder determinar exactamente qué es lo que tu cuerpo necesita para que mejore tu calidad de vida. Ven a visitarnos a physio sports y permitenos apoyarte para mejorar tu calidad de vida a través del movimiento.

 

LFT. Sofía Rojas.

 

REFERERNCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Lacato, A. Actividad fisica y su relación con el sistema inmune, Revista cubana de investigaciones biomédicas ECiMED. 2023; 42:e1158. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/ibi/v42/1561-3011-ibi-42-e1158.pdf
  2. Gleeson, M. EFECTOS DEL EJERCICIO EN LA FUNCIÓN INMUNITATARIA, Sports Science Exchange. 2020; Vol. 28 , No. 151, 1 – 7. Disponible en: https://www.gssiweb.org/docs/librariesprovider9/sse-pdfs/sse_151-efectos-del-ejercicio-en-la-función-inmunitaria.pdf?sfvrsn=2
  3. Guillén, M. CÓMO FORTALECER EL SISTEMA INMUNOLÓGICO; Boletín de la Real Acdemia de Córdoba. 2020; BRAC, 169 ; 601-636. Disponible en: http://repositorio.racordoba.es/jspui/bitstream/10853/195/37/35-manuel-guillen-del-castillo-como-fortalecer-el-sistema-inmunologico-601-636.pdf