Síndrome de Reposo Prolongado
Una de las consecuencias del confinamiento
El Síndrome del Reposo Prolongado es el descenso de la capacidad para desempeñar actividades de la vida diaria por deterioro de las funciones motoras. Se caracteriza por la reducción de actividad física que provoca debilidad muscular generalizada y, en casos graves, pérdida de automatismos y reflejos posturales.
La inmovilidad, el reposo prolongado en cama y la disminución de la actividad física representan un factor predisponente al desarrollo o al agravamiento de ciertas condiciones patológicas relacionadas en mayor medida con los sistemas cardiovascular, respiratorio y musculo esquelético, y si no se previene o atiende oportunamente, puede generar problemas a nivel sistémico.
“La disminución de la actividad física, o la permanencia prolongada en cama. Va a hacer que se disminuya la masa muscular entre 1.5 y 2 por ciento al día, durante las primeras 2 o 3 semanas de reposo, si de plano no se movieron, atrofia muscular”, explicó Cristina Toral Espinosa, fisioterapeuta del Hospital Juárez de México.
Pero eso no es todo, la inmovilidad se acompaña de cambios metabólicos importantes como la pérdida progresiva de nitrógeno ureico de 2 a 12 gramos al día, pérdida de calcio de hasta 4 gramos al día y balance negativo de sodio, potasio y fósforo.
Asimismo, luego de 8 semanas de inmovilidad se desarrolla intolerancia a carbohidratos y el riesgo de trombosis venosa profunda, hipotensión ortostática, úlceras de presión por pérdida de agua, glucosaminoglicanos y aumento en la degradación, síntesis de colágeno periarticular y anquilosis articular es mayor.
Algunas de las consecuencias del síndrome de inmovilización son:
- limitación marcada de la movilidad
- disminución de la sensibilidad propioceptiva
- pérdida del esquema corporal y de los esquemas motores
- trastornos de equilibrio
- contracturas musculares
- amiotrofia
- retracciones tendinosas, rigidez y anquilosis articular
- desmineralización ósea (osteoporosis)
- relajación de esfínteres o pérdida del control de esfínteres
- úlceras por decúbito
- estasis pulmonar
- anorexia con su consecuente desnutrición
- caquexia
- deterioro mental progresivo
La actividad física es fundamental en todas las edades, es por ello que se recomienda realizar al menos 30 minutos de ejercicio al día y que este se componga tanto de ejercicio aeróbico y anaeróbico.
Fuentes:
- Navarro, Y. (2020). Así se siente el Síndrome del Reposo Prolongado a causa del confinamiento.
- Ibarra, J., Fernández, M., Aguas, E., Pozo, A., Antillanca, B., & Quidequeo, D. (2017). Efectos del reposo prolongado en adultos mayores hospitalizados.
- Terapia Física. (2017). ¿Qué es el síndrome de inmovilización?
- Sánchez, I. (2011). El reposo prolongado en cama como agente que potencializa el incremento del riesgo cardiovascular.